lunes, 30 de junio de 2003

La comarca se hermana con Toledo a través de la cultura


La comarca se hermana con Toledo a través de la cultura
Las II Jornadas Ribereñas llevan hasta Puente del Arzobispo a 15 pueblos de las dos provincias
Gastronomía, artesanía y folclore marcan los actos celebrados, a los que se sumó numeroso público
CARMEN RUFO NAVALMORAL (30/06/2003)


Vecinos de la ribera del río Tajo pertenecientes a las provincias de Cáceres y Toledo participaron el sábado en un encuentro de hermandad, denominado II Jornadas de Pueblos Ribereños del Tajo; la iniciativa está promovida por quince municipios entre los que se encuentran Bohonal de Ibor, Valdelacasa de Tajo, Peraleda de la Mata, Villar del Pedroso, Valdehúncar, Torrico, Valdeverdeja, Azután, Berrocalejo, El Gordo, Alcolea y Puente del Arzobispo, municipio este último que ha acogido las jornadas en la presente edición.
INTENSO CALOR
El programa de actos se iniciaba pasadas las once de la mañana con la presentación de los pueblos participantes de manos de sus autoridades. El pregón de inauguración corría a cargo de los alcaldes de Puente del Arzobispo y Valdelacasa, Jose Luis de las Heras y Rafael Jarillo respectivamente, quedando así representadas las dos provincias participantes en este encuentro.
Seguidamente y bajo un sol de justicia se iniciaba el recorrido por los distintos estands en los que los municipios participantes exhibían bordados, muestras artesanales, fotografías, alfarería, maquetas de edificios emblemáticos,...
NUMEROSAS DEGUSTACIONES
Entre la oferta de estas jornadas se encontraba también una variada degustación de productos típicos. Cada pueblo ofrecía al numeroso público asistente lo mejor de su gastronomía: los vecinos de Carrascalejo ofrecían embutidos, gazpacho y dulces típicos. Valdeverdeja repartía migas del pastor y Villar del Pedroso, El Gordo y Valdelacasa ofrecían una fresca sangría y agua de limón, ideal para aliviar las altas temperaturas reinantes. Alcolea de Tajo cerró el capítulo de degustaciones con el sabor de embutidos de la tierra y aceite de oliva.
La recta final del día se ocupó con diversas actuaciones. Abrió el telón una actuación de títeres patrocinada por el ayuntamiento de Valdelacasa. Seguidamente actuó el grupo folclórico Gordeñas de la Villa de El Gordo y para concluir, el grupo de teatro Campo Arañuelo de Puente del Arzobispo puso en escena diversos entremeses.

martes, 24 de junio de 2003

Un extremeño en la jungla madrileña


Un extremeño en la jungla madrileña
Francisco Vázquez Igual, empresario del sector inmobiliario que emigró de la localidad cacereña de El Gordo hace cuarenta años, está considerado como uno de los máximos responsables de la trama que ha provocado la grave crisis política de Madrid
JAVIER ALVAREZ AMARO MERIDA (24/06/2003)

De emigrante sin un duro que se buscaba la vida en la capital a estar en pleno epicentro del mayor escándalo político y empresarial de la Comunidad de Madrid en los últimos años. Esa es, en resumen, la historia de Francisco Vázquez Igual, un empresario del sector inmobiliario que hace cuarenta años abandonaba junto a su familia la pequeña localidad cacereña de El Gordo, de poco más de 300 habitantes, con el sueño de hacerse rico.
Vázquez era un joven de menos de veinte años cuando pisó por primera vez las calles madrileñas junto a su padre, Francisco, y sus tres hermanos mayores, José, Marina y Antonio. Corría el año 1960 y su padre decidió emigrar a la capital en busca de una seguridad económica que parecía difícil de lograr en El Gordo, un municipio que en los últimos tiempos sólo ha saltado a la fama por albergar una planta de destrucción de minas antipersonales.
Una vez allí el cabeza de familia dedicó todos sus ahorros a poner en marcha un local en el madrileño barrio de Villaverde, una bodega que aún hoy continúa abierta como bar de comidas con menús asequibles para obreros regentado por el mayor de la saga, Antonio.
DE TRABAJO EN TRABAJO
El retrato del joven Francisco Vázquez es el de la emigración extremeña en los años sesenta. Durante tres años fue ayudante de soldador en la casa Marconi, donde cobraba 25 pesetas semanales, pero pronto supo que quería aspirar a algo más. Tras rodar de trabajo en trabajo en 1965 el ahora promotor inmobiliario se trasladó a Alcorcón para continuar sin rumbo fijo --camarero, vendedor de sardinas... cualquier cosa valía-- hasta que a finales de los sesenta contactó con la familia Maqueda, que le contrató como vendedor de fincas a comisión. Poco a poco aquel ambicioso joven logró hacerse un pequeño hueco en el negocio y con sus primeros ahorros se asoció con sus hermanos y entró en el sector de la hostelería logrando la concesión de la cafetería de la Escuela de Aparejadores de Moncloa, donde dio trabajo a algunos de sus familiares extremeños.
Poco después abrió una discoteca en pleno barrio de Chamberí, El Andamio , un local que le sirvió para empezar a entablar relaciones con políticos y empresarios de todo tipo. Tanto es así que logró abrir algunos algunos bingos en plena dictadura franquista pese a que el juego aún era ilegal, según ha publicado recientemente El Mundo , y en 1979 relanzó el negocio, ya legalizado, con la apertura de dos casas de juego en Móstoles y Alcorcón.
Sin tener aún sus objetivos empresariales definidos, en 1984 se convirtió en uno de los precursores de la comida rápida en España con la puesta en marcha de la firma McDouglas, uno de sus escasos fracasos empresariales tras ser aplastado por el todopoderoso McDonad´s.
DESPEGUE DEFINITIVO
La rentabilidad de sus negocios hacía que las cosas no le fuesen mal, pero no acababa de romper y dar el salto definitivo hacia la riqueza. Asentado y conocido en todo el sur de la Comunidad de Madrid, con la entrada de su sobrino, Francisco Bravo, --descendiente de extremeños-- en el negocio la cosa comenzó a cambiar y dio un giro inesperado en el 2001. Fue entonces cuando completó una lucrativa operación urbanística en Villaviciosa de Odón con la que ganó cerca de tres millones de euros en un sólo año. El PSOE y algunos dirigentes del PP hablaron entonces de un auténtico "pelotazo", pero el caso aún continúa en los tribunales sin que se haya aclarado nada al respecto.
A partir de ahí él y su sobrino estrecharon relaciones con el mundo político, sobre todo en la zona sur de Madrid, y sus empresas comenzaron a crecer como la espuma. Así hasta que el escándalo político de la Asamblea de Madrid ha colocado en el punto de mira de la opinión pública a un hombre acostumbrado a la discrección y en el que su hermano Antonio, el que regenta el viejo restaurante familiar, asegura que confía "ciegamente".
Y es que el PSOE considera a este emigrante extremeño como uno de los máximos responsables, junto a su sobrino, de la presunta red de intereses inmobiliarios que habría provocado la crisis desatada en la Asamblea de Madrid con la traición de dos diputados socialistas que podría evitar el pacto de Gobierno previsto por PSOE e IU.
RETRATO EMPRESARIAL
Vázquez Igual es administrador de cerca de una veintena de empresas y en los últimos años ha creado un emporio empresarial basado, entre otras cosas, en sus buenas relaciones con políticos de PP y PSOE. No en vano los tribunales investigan dos de sus últimas operaciones urbanísticas a gran escala, una en la que se implica a un alcalde del PP y otra que salpica al exdirigente del PSOE José Luis Balbás, que en su día resultó clave para alzar a José Luis Rodríguez Zapatero como secretario general de los socialistas.
Según los dirigentes del PSOE madrileño, tanto Francisco Vázquez como Francisco Bravo Vázquez son los que han propiciado la escapada política de los diputados del Parlamento madrileño Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, que con su ausencia premeditada en la primera sesión plenaria tras las elecciones permitieron que el Partido Popular se hiciese con la presidencia de la Cámara autonómica.

viernes, 6 de junio de 2003

Guadalupe, cuna de la patrona


Guadalupe, cuna de la patrona
Situada en la comarca de Las Villuercas, la puebla siempre fue tierra de artesanos y peregrinos, y hoy lo es también de turistas. Su monasterio, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, es símbolo de importantes acontecimientos de la historia de España
Peregrinos y visitantes beben junto a la impresionante fachada del Real Monasterio. EL PERIODICO (06/06/2003)
Peregrinos y visitantes beben junto a la impresionante fachada del Real Monasterio. EL PERIODICO
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Estamos en la puebla, cuna de la fe de naciones enteras. Morada de la Virgen de Guadalupe, patrona de la Hispanidad y patrona de Extremadura, cobijada en el Real Monasterio de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad, que guarda muchos de los tesoros que han marcado y marcan el pensamiento, la cultura y la religión de muchos pueblos. Lo testimonian los miles de peregrinos que desde hace siglos llegan a este rincón extremeño.
Situada en la comarca de Las Villuercas, sobre la cara sur de la Sierra de Altamira, su villa es un ejemplo de la arquitectura bajomedieval: típicos entramados de maderas y adobes, soportales que recorren las calles, arcos, plazas y fuentes que evocan parajes medievales con construcciones que se adaptan a lo abrupto del terreno y que realzan su belleza.
Todos estos elementos llevaron a la Unesco a declarar al monasterio, en el año 1993, como Patrimonio de la Humanidad, por el interés del real edificio como símbolo de los acontecimientos importantes de la historia de España durante el descubrimiento de América en 1492, que convirtió a la Virgen de Guadalupe en el símbolo representativo de la cristianización del Nuevo Mundo.
ARTE Y TRADICION
El Monasterio encierra grandes tesoros artísticos, como la basílica, los sepulcros, la propia imagen de la Virgen, sus pinturas y cuadros (entre los que destacan varios de El Greco), el retablo mayor, la sillería del coro, los museos que albergan exquisitas colecciones de arte religioso, el claustro mudéjar, las esculturas góticas, la sala capitular, el claustro gótico, la capilla de las reliquias, la sacristía y el camarín.
Y no es la única obra de interés, ya que existen otras en los alrededores, como la ermita del Humilladero o las de Granja de Valdefuentes y Granja de Mirabel. Pero sigue siendo una de las asignaturas pendientes de la comunidad extremeña, ya que Guadalupe, y todos sus tesoros, pertenecen a la diócesis de Toledo.
Siempre ha sido tierra de peregrinos, y ahora también de turistas. En toda Las Villuercas el turismo se encuentra en plena expansión. Guadalupe cuenta con mucha experiencia en ello, gracias a una completa oferta: Parador Nacional, hospedería del Monasterio, hostales y hoteles a los que añadir una oferta rural de establecimientos con mucha calidad.
Pero es, además, tierra de artesanos. En cada casa extremeña ha lucido siempre alguno de los utensilios de cobre y latón fabricados en Guadalupe. No menos famosos son sus bordados, casi siempre en almohadilla y de hilo, que han conseguido crear escuela en la región. Añadir la cerámica, y sobre todo, la madera, una ancestral tradición que todavía conservan algunos artesanos.