El Gobierno se topa con dura oposición en tres de las comarcas favoritas para albergar el futuro almacén nuclear
El Ejecutivo de Zapatero está topándose con aún más dificultades de las previstas en el proceso que ha iniciado para encontrar una ubicación al Almacén Temporal Centralizado (ATC). Esta instalación, popularmente conocida como «cementerio nuclear», deberá albergar todos los residuos de las centrales españolas a partir del año 2010.
Para hacerlo más atractivo, el Ministerio de Industria ha anunciado que el municipio que lo acoja recibirá una inversión inicial de 700 millones de euros y obtendrá compensaciones anuales de casi 12 millones hasta 2030 y de 18 millones a partir de esa fecha. Además, calcula que se crearán 200 empleos directos y 150 indirectos.
A pesar de todos estos alicientes, desde que la Comisión Interministerial encargada de buscar el emplazamiento idóneo abrió a principios de julio el periodo de solicitud de información, todos los nombres de posibles candidatos que han trascendido han recibido un contundente rechazo por parte de la comarca y de los Gobiernos regionales afectados.
Así ha ocurrido en los casos de Peque (Zamora), Mesas de Ibor (Cáceres) y Almonacid de Zorita (Guadalajara). Tanto el Gobierno de Rodríguez Ibarra como el de Barreda ya se habían manifestado en contra de acoger el almacén en sus respectivas comunidades. Y ayer fue el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, el que advirtió al alcalde de Peque de que la posibilidad de que este municipio zamorano acoja un cementerio nuclear «no goza de ningún tipo de consenso ni de apoyo social».
Jornada «de luto» en Peque
La contundente respuesta de Herrera llega después de un fin de semana de incidentes en el municipio zamorano, cuyo alcalde, Rafael Lobato, reconoció haber solicitado información para instalar el ATC. Los ánimos se caldearon tanto que el pasado jueves Lobato permaneció encerrado durante varias horas debido a una concentración vecinal de protesta frente al consistorio. Además, el pasado sábado, cerca de 4.000 personas participaron en la segunda manifestación convocada en el último mes por la plataforma que se opone a que Peque albergue al «cementerio».
En el caso de Extremadura, el Gobierno que preside Juan Carlos Rodríguez Ibarra ya dijo a finales de julio que en ningún caso apoyará la instalación del ATC en la región. Sin embargo, el PP pidió ayer a los socialistas y a la Junta un «posicionamiento claro» de rechazo. El secretario regional popular, César Díez Solís, se refirió en concreto a la reunión que el alcalde socialista de la localidad cacereña de Mesas de Ibor, Alfredo Romero, mantuvo con algunos de los representantes de la Mancomunidad de la Jara y los Ibores, el pasado día 2, a quienes les informó de los beneficios que conllevaría esta instalación en la zona.
Especialmente hostil sería la respuesta de la población y de las instituciones de Guadalajara y Castilla-La Mancha en el caso de que algún alcalde de esa provincia se ofreciese para albergar el ATC. Ya a finales de los ochenta el Gobierno estudió ubicar allí el almacén y todos los partidos políticos convocaron una multitudinaria manifestación que terminó frenando las intenciones del entonces Ejecutivo presidido por Felipe González.
En las últimas semanas, varias decenas de ayuntamientos guadalajareños han aprobado mociones de repulsa después de rumorearse que el «cementerio nuclear» se construiría en Trillo o en los terrenos que dejará libres la nuclear de Zorita tras su desmantelamiento.
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