martes, 5 de septiembre de 2006

Extremadura en pie de guerra por el cierre de Almaraz y contra el basurero de residuos nucleares en Ibores

El próximo 7 de septiembre, Día de Extremadura, la Plataforma Ciudadana Refinería NO se manifestará frente a los actos institucionales en Cáceres y el 9 de septiembre el movimiento antinuclear confluirá en Navalmoral de la Mata y Almaraz para exigir su cierre.

Según los observadores, la exigencia del cierre de Almaraz y la negativa de la población de Los Ibores a la ubicación del cementerio nuclear en la comarca, confluyen en un amplio movimiento social de rechazo. La semana pasada, en una nutrida rueda de prensa celebrada en el local de CGT-Cáceres, representantes de los colectivos ciudadanos de Mesas de Ibor y Bohonal de Ibor pusieron de manifiesto su “firme decisión” de movilizarse contra la posible candidatura de Mesas de Ibor (200 habitantes) para albergar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos radioactivos de alta actividad; el cementerio nuclear del Estado cuya ubicación se perfilará a partir de septiembre.

Allí acabarán las 6.600 toneladas de residuos radioactivos de alta actividad procedentes de las centrales atómicas españolas, con una vida activa estimada de 1.000.000 de años. Los vecinos de la comarca de Los Ibores comenzaron a organizarse nada más aparecer los primeros rumores. Los contactos con las autoridades municipales tanto de Mesas como de otros pueblos de la comarca, llenos de incertidumbres y secretismo, no han hecho sino confirmar a los vecinos la convicción de que Mesas de Ibor “es firme candidata”, a pesar de las negativas municipales. “La inmensa mayoría de la población de la comarca rechaza esa posibilidad y está dispuesta a movilizarse, a pesar de las dificultades que ya han empezado a surgir desde la subdelegación del gobierno, que ilegalizó el público acto informativo del pasado día 26”, dicen los vecinos.

Precisamente el pasado sábado 2 de septiembre a las ocho de la tarde, convocaron los colectivos de Mesas y Bohonal, junto con el Foro Antinuclear de Extremadura a una manifestación en Bohonal de Ibor, para exigir “posicionamientos públicos claros y rotundos” contra la ubicación del ATC en Mesas de Ibor. Éxodo migratorio Para Manuel Sánchez, portavoz vecinal de Bohonal, la comarca que ha sufrido un éxodo migratorio importante ya ha pagado sobradamente su tributo al “progreso” con un pantano, el de Valdecañas, que anegó sus tierras más fértiles, un trasvase Tajo-Segura que redujo sus recursos hídricos y dos reactores nucleares. Reiteró también la exigencia de transparencia informativa y el rechazo a que un solo municipio de la comarca, sin ningún tipo de consulta, pueda tomar una decisión que afectará grave y directamente al resto de los pueblos cercanos.

Javier Fernández, portavoz del colectivo vecinal de Mesas de Ibor, reiteró el rechazo mayoritario del pueblo, con más de 400 firmas recogidas para una población de 200 habitantes censados. Exigieron un posicionamiento claro al Ayuntamiento de Mesas de Ibor que disipe la desconfianza e hicieron un llamamiento a la unión de los colectivos vecinales de la comarca contra el proyecto. Sólo entre Mesas y Bohonal son 1.100 las firmas recogidas. Fernández subrayó, “ante los intentos de criminalizar a los colectivos contrarios al cementerio nuclear” y las prohibiciones y vigilancia sufrida por parte de la Subdelegación del Gobierno, que “todas las acciones de protesta se están realizando con respeto a la legalidad, con responsabilidad y sentido común”.

Para Paca Blanco, del Foro Extremeño Antinuclear y Ecologistas en Acción, “es mucho el dinero destinado a comprar voluntades para la instalación del ATC, 12 millones de euros anuales para la localidad de destino”. Blanco expresó su convicción de que el Gobierno escogerá aquella localidad que menos oposición presente. En su opinión, la raíz del problema se encuentra en la necesidad de cerrar las nucleares, “único modo de cerrar el grifo de unos residuos que no sabemos qué hacer con ellos”.
Advirtió que otros enclaves extremeños como La Haba, Montánchez y la propia Almaraz pueden ser también candidatos al vertedero nuclear. Alfonso Domínguez, secretario de CGT-Cáceres, (organización también integrada en el Foro Antinuclear de Extremadura) resaltó que el cementerio nuclear obedece a un modelo de desarrollo energético dirigido a convertir Extremadura “en el basurero energético de España”, y que hay que poner en relación con el proyecto de refinería en Tierra de Barros, los proyectos de centrales térmicas de ciclo combinado en el área de Mérida y el proyecto de alargar la vida de los reactores de Almaraz.

En su opinión, los poderes políticos y económicos “han elegido Extremadura como basurero energético por su tradicional carácter sumiso y por el control del entramado social que mantiene la Junta de Extremadura”, pero se han encontrado con una oposición y movilización social que no esperaban. Para CGT, hay que “desmontar la estafa social” que supone el argumento de los puestos de trabajo a cambio de renuncias medioambientales: “Se trata de puestos de trabajos hipotecados; una hipoteca que todos debemos pagar, también los trabajadores, en forma de cargas medioambientales y sanitarias irreparables durante decenas de años y expuestos a los intereses estratégicos de los grandes capitales de la energía; una hipoteca de nuestra dignidad y nuestro futuro”, afirma CGT, que frente “a este modelo antisocial y depredador” defiende “un modelo energético social y sostenible para Extremadura”.

Cerrar Almaraz La manifestación del próximo dia 9 en por el cierre de la central y contra el cementerio nuclear comenzará en Navalmoral de La Mata partiendo a las 12 h. del Paseo de la estación, para tras hacer su recorrido, trasladarse en marcha hasta la Central Nuclear de Almaraz donde intervendrán representantes de colectivos y organizaciones. Convocan: Plataforma Antinuclear Cerrar Almaraz, Plataformas de afectados por la central de Almaraz, ADENEX, Ecologistas en Acción, Asociación de Jóvenes de la Comarca del Jerte, IU Extremadura, JJ. CC., CNT Cáceres Norte, CNT-AIT Mérida y CGT.

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