Un lugar para los retornados
Los emigrantes que vuelven a sus pueblos compran una vivienda o reforman la que tienen, reactivando el sector de la construcción.
Luis Pino ha vuelto a su tierra y ayuda a que la construcción no decaiga en el sector rural.J.S.P. Dicen los expertos que la historia siempre se repite. Pero en esta ocasión es a la inversa. Y es que muchos extremeños vuelven a trasladarse como hace 40 ó 50 años. Pero en esta ocasión no emigran, sino que regresan a esos pueblos que abandonaron. Ya no buscan trabajo sino la tranquilidad del medio rural. Son los llamados retornados.
En algunos casos ocupan esas casas que abandonaron. Por ello han tenido que hacer reformas. Otros han comprado o alquilado una vivienda.
Plasenzuela es una población cacereña situada en las puertas de la Sierra de Montánchez de algo más de 600 habitantes. Últimamente se han construido un centenar de viviendas en este municipio. La mayoría han sido ocupadas por este sector de la población. El mismo caso también ha pasado en la localidad cacereña de Membrío, en la comarca de Valencia de Alcántara. Durante cuatro años se han construido 60 viviendas en un municipio de cerca de un millar de habitantes.
Pero estas personas retornadas no sólo han generado riqueza por la construcción de nuevos hogares, sino también por la recuperación y rehabilitación de muchas viviendas. El alcalde de Membrío, Agustín Gilete, afirma que cada año el Ayuntamiento recauda 72.000 euros sólo en licencias de obras, «una cantidad considerable en un pueblo pequeño».
Este hecho no sólo pasa en poblaciones de Cáceres, sino también en el medio rural de Badajoz. Durante la época de la emigración, en Villanueva del Fresno se fueron muchos vecinos a buscar trabajo, sobre todo a Mallorca y Madrid. Para ello tuvieron que vender lo poco que tenían, como sus viviendas. Sin embargo, ahora está sucediendo el factor inverso. Muchas de esas personas están retornando. Para ello, han tenido que comprar pequeñas casas para reencontrarse con sus paisanos.
Estos casos son sólo algunos ejemplos de la importancia que están teniendolos emigrantes que regresan al sector rural de Extremadura, sobre todo en la construcción.
Otras infraestructuras
Las personas retornadas, muchas de ellas jubiladas, hacen también que los gestores municipales piensen en el presente y en el futuro, en el bienestar de los mayores.
El alcalde de Membrío explica que existe un aumento de la población envejecida favorecido, en muchos casos, por la llegada de esos emigrantes. Por este motivo, destaca la importancia de las residencias de ancianos. En este municipio existen dos dependencias de este tipo con 90 plazas en total y hay lista de espera. La mayoría de sus ocupantes son esas personas retornadas, pero no sólo del municipio sino de toda la comarca.
Este hecho no es algo aislado. Próximamente en el municipio pacense de Bodonal de la Sierra, con 1.200 habitantes, se abrirá la residencia de mayores. Según explica el primer teniente alcalde, Antonio Álvarez, «aunque todavía no se ha hecho un sondeo, sabemos que hay muchos mayores que quieren volver al pueblo».
Por tanto, la gran mayoría de las personas, de una forma u otra, pretenden volver siempre a sus municipios, bien a sus casas, bien a residencias o a pisos tutelados. Para ello, los ayuntamientos quieren dar solución a este tipo de servicios, con la creación de nuevas dependencias.
Sobre este aspecto, el alcalde de Montánchez, Juan Alcázar, matiza que las residencias no sólo son ocupadas por las personas retornadas. Explica que también viven en estos lugares mayores que, en muchos casos, por obligaciones laborales de los hijos, no pueden ser cuidados por estos y se desplazan a estas a estas dependencias municipales o regionales.
Otros servicios
Las personas que vuelven demandan también otro tipo de servicios. Por ello los ayuntamientos intentan crear, por ejemplo, centros de día para que que se pueda desayunar, comer y cenar. También se construyen hogares de mayores para que pasen su tiempo libre. En este sentido, el presidente de la Mancomunidad de Villuercas, Ibores y Jara, José Luis Robledo, asegura que las personas retornadas han ayudado a que los gestores municipales intensifiquen los trámites para crear este tipo de servicios, dado que la población mayor está aumentando. Además, con la puesta en marcha de todos estos servicios ha generado puestos de trabajo. Este hecho está ayudando a que «se fije a la población joven en el medio rural», asegura Robledo.
No todo es oro
Sin embargo no es todo oro lo que reluce. María Victoria Jiménez está especializada en Desarrollo Rural y tiene experiencia en varias mancomunidades.
Asegura que las poblaciones de la región no cuentan con planes de actuación para satisfacer las necesidades que pueden demandar los retornados, la mayoría de ellos jubilados. La Administración sólo pone soluciones puntuales y ello puede ser un problema en muchos pueblos.
Explica que estas personas necesitan servicios sanitarios, de asistencia social, incluso de entretenimiento. Sin embargo, en ocasiones, los municipios pequeños no satisfacen estas aspiraciones a los emigrantes que han vuelto. Jiménez también detalla que al tener más habitantes, los consistorios deben aumentar servicios como el alumbrado, recogida de basura y saneamiento, entre otros. Todo ello puede suponer un problema. Para dar solución, Jiménez sugiere que se desarrollen planes de actuación.
La Junta de Extremadura considera que este sector de la población que está retornando está incluido dentro de las infraestructuras que se llevan a cabo y no es necesario construir más por su llegada.
Luis Pino ha vuelto a su tierra y ayuda a que la construcción no decaiga en el sector rural.J.S.P. Dicen los expertos que la historia siempre se repite. Pero en esta ocasión es a la inversa. Y es que muchos extremeños vuelven a trasladarse como hace 40 ó 50 años. Pero en esta ocasión no emigran, sino que regresan a esos pueblos que abandonaron. Ya no buscan trabajo sino la tranquilidad del medio rural. Son los llamados retornados.
En algunos casos ocupan esas casas que abandonaron. Por ello han tenido que hacer reformas. Otros han comprado o alquilado una vivienda.
Plasenzuela es una población cacereña situada en las puertas de la Sierra de Montánchez de algo más de 600 habitantes. Últimamente se han construido un centenar de viviendas en este municipio. La mayoría han sido ocupadas por este sector de la población. El mismo caso también ha pasado en la localidad cacereña de Membrío, en la comarca de Valencia de Alcántara. Durante cuatro años se han construido 60 viviendas en un municipio de cerca de un millar de habitantes.
Pero estas personas retornadas no sólo han generado riqueza por la construcción de nuevos hogares, sino también por la recuperación y rehabilitación de muchas viviendas. El alcalde de Membrío, Agustín Gilete, afirma que cada año el Ayuntamiento recauda 72.000 euros sólo en licencias de obras, «una cantidad considerable en un pueblo pequeño».

Este hecho no sólo pasa en poblaciones de Cáceres, sino también en el medio rural de Badajoz. Durante la época de la emigración, en Villanueva del Fresno se fueron muchos vecinos a buscar trabajo, sobre todo a Mallorca y Madrid. Para ello tuvieron que vender lo poco que tenían, como sus viviendas. Sin embargo, ahora está sucediendo el factor inverso. Muchas de esas personas están retornando. Para ello, han tenido que comprar pequeñas casas para reencontrarse con sus paisanos.
Estos casos son sólo algunos ejemplos de la importancia que están teniendolos emigrantes que regresan al sector rural de Extremadura, sobre todo en la construcción.
Otras infraestructuras
Las personas retornadas, muchas de ellas jubiladas, hacen también que los gestores municipales piensen en el presente y en el futuro, en el bienestar de los mayores.
El alcalde de Membrío explica que existe un aumento de la población envejecida favorecido, en muchos casos, por la llegada de esos emigrantes. Por este motivo, destaca la importancia de las residencias de ancianos. En este municipio existen dos dependencias de este tipo con 90 plazas en total y hay lista de espera. La mayoría de sus ocupantes son esas personas retornadas, pero no sólo del municipio sino de toda la comarca.
Este hecho no es algo aislado. Próximamente en el municipio pacense de Bodonal de la Sierra, con 1.200 habitantes, se abrirá la residencia de mayores. Según explica el primer teniente alcalde, Antonio Álvarez, «aunque todavía no se ha hecho un sondeo, sabemos que hay muchos mayores que quieren volver al pueblo».
Por tanto, la gran mayoría de las personas, de una forma u otra, pretenden volver siempre a sus municipios, bien a sus casas, bien a residencias o a pisos tutelados. Para ello, los ayuntamientos quieren dar solución a este tipo de servicios, con la creación de nuevas dependencias.
Sobre este aspecto, el alcalde de Montánchez, Juan Alcázar, matiza que las residencias no sólo son ocupadas por las personas retornadas. Explica que también viven en estos lugares mayores que, en muchos casos, por obligaciones laborales de los hijos, no pueden ser cuidados por estos y se desplazan a estas a estas dependencias municipales o regionales.
Otros servicios
Las personas que vuelven demandan también otro tipo de servicios. Por ello los ayuntamientos intentan crear, por ejemplo, centros de día para que que se pueda desayunar, comer y cenar. También se construyen hogares de mayores para que pasen su tiempo libre. En este sentido, el presidente de la Mancomunidad de Villuercas, Ibores y Jara, José Luis Robledo, asegura que las personas retornadas han ayudado a que los gestores municipales intensifiquen los trámites para crear este tipo de servicios, dado que la población mayor está aumentando. Además, con la puesta en marcha de todos estos servicios ha generado puestos de trabajo. Este hecho está ayudando a que «se fije a la población joven en el medio rural», asegura Robledo.

No todo es oro
Sin embargo no es todo oro lo que reluce. María Victoria Jiménez está especializada en Desarrollo Rural y tiene experiencia en varias mancomunidades.
Asegura que las poblaciones de la región no cuentan con planes de actuación para satisfacer las necesidades que pueden demandar los retornados, la mayoría de ellos jubilados. La Administración sólo pone soluciones puntuales y ello puede ser un problema en muchos pueblos.
Explica que estas personas necesitan servicios sanitarios, de asistencia social, incluso de entretenimiento. Sin embargo, en ocasiones, los municipios pequeños no satisfacen estas aspiraciones a los emigrantes que han vuelto. Jiménez también detalla que al tener más habitantes, los consistorios deben aumentar servicios como el alumbrado, recogida de basura y saneamiento, entre otros. Todo ello puede suponer un problema. Para dar solución, Jiménez sugiere que se desarrollen planes de actuación.
La Junta de Extremadura considera que este sector de la población que está retornando está incluido dentro de las infraestructuras que se llevan a cabo y no es necesario construir más por su llegada.








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