«La A-58 beneficiará sobre todo a Villuercas e Ibores»
«La A-58 beneficiará sobre a la comarca de Las Villuercas y Los Ibores». La afirmación es de Julián Mora Aliseda, doctor en Geografía, profesor de la Universidad de Extremadura y presidente de Fundicotex (Asociación Profesional para la Ordenación del Territorio, el Ambiente y el Desarrollo Sostenible).
En su opinión, la autovía que conectará Trujillo y Cáceres «pierde su urgencia si la concebimos como la conexión entre Cáceres y Madrid por autovía, porque Cáceres ya está conectada con Madrid por autovía, a través de Plasencia, primero por la A-66 y luego por la EX-A1 (la autovía regional)». A partir de esta premisa, el experto tiene claro que la A-58 «servirá para articular el territorio extremeño, sobre todo en la parte del centro-oriente provincial, tanto entre dos localidades importantes como Trujillo y Cáceres, como entre los municipios de las comarcas de Las Villuercas y Los Ibores con la capital».
Unos 16.000 vecinosSegún este análisis, los principales beneficiados por esta nueva vía de comunicación serán los alrededor de 16.000 vecinos de la Mancomunidad de Las Villuercas, Los Ibores y La Jara, que comprende hasta 19 municipios: Aldeacentenera, Alía, Berzocana, Cabañas del Castillo, Campillo de Deleitosa, Cañamero, Carrascalejo, Castañar de Ibor, Deleitosa, Fresnedoso de Ibor, Garvín de La Jara, Guadalupe, Logrosán, Navalvillar de Ibor, Navezuelas, Peraleda de San Román, Robledollano, Valdelacasa de Tajo y Villar del Pedroso.
«Ahora mismo -analiza Mora Aliseda-, quienes viven en esta zona marginada desde el punto de vista de las infraestructuras de comunicación, están en muchos casos a una hora y media o dos en coche de la capital, y con la nueva autovía, estarán a una hora, más o menos, lo que mejorará considerablemente su capacidad de acceso a servicios básicos, como el hospital».
La A-58 «ayudará a la cohesión económica y social» de esa zona, y facilitará «nuevas oportunidades de negocio, sobre todo relacionadas con el turismo, porque estamos hablando de un lugar con un potencial enorme y unas peculiaridades paisajísticas y geomorfológicas muy interesantes», apunta el especialista.En cuanto a la ampliación desde Cáceres hasta la frontera con Portugal a la altura de Valencia de Alcántara, Julián Mora entiende que no es procedente.
«Esa prolongación sólo está justificada hasta el cruce de Arroyo de La Luz», concluye. Y lo argumenta con cifras. «Según los datos del Ministerio de Fomento, de Cáceres al cruce de Arroyo hay una intensidad media diaria (IMD) de 14.000 vehículos, mientras que desde el cruce hasta Valencia de Alcántara, la IMD es de unos 1.500 vehículos».
Además, apunta otra clave: «Habría un impacto paisajístico considerable sobre la Sierra de San Pedro, una zona muy bien conservada».Por último, el experto llama la atención sobre una cuestión que a su entender, tiene mucha importancia. «La A-58 debe estar bien conectada con la A-66, y no terminar en la Ronda Norte», apunta. «Cáceres -concluye Mora Aliseda- volverá a posicionarse como nudo de comunicaciones».
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