martes, 11 de septiembre de 2007

La isla del tesoro

Euforia en El Gordo y Berrocalejo al conocerse que el complejo Isla de Valdecañas será una realidad Beneficiará a toda la comarca, amenazada por la desaparición del tabaco y el cierre de la nuclear
DATOS DE INTERÉS
Promotor: la empresa sevillana Marina de Islantilla.
Ubicación: una isla situada en el pantano de Valdecañas, entre El Gordo y Berrocalejo.
Dotación: un hotel de cuatro estrellas, un spa, un club náutico, una playa artificial, un campo de golf y 300 chalets.
Inversión: 200 millones de euros.
Previsión: que esté terminado en la primavera de 2009.

En reiteradas ocasiones los medios informativos, regionales y nacionales, han tratado de hacer frases ingeniosas con el nombre de El Gordo cuando se acerca el sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad. Por si acaso 'el gordo' navideño se acordaba de la primera población de Cáceres que recibe a los visitantes cuando entran en la región procedentes de Toledo. Sin embargo el gordo real ha caído semanas después de Navidad, tras aprobar el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura la calificación de interés regional del complejo de ocio que una empresa sevillana va a construir entre esa población y la vecina Berrocalejo, con una inversión de 200 millones de euros. Marina Isla de Valdecañas.

Todo un maná para dos pequeños núcleos que se han ido despoblando lentamente, al buscar los más jóvenes municipios cercanos de mayor tamaño, como Navalmoral de la Mata, o directamente grandes ciudades, como Madrid, dejando una población envejecida. Sobre todo en el caso de Berrocalejo, que hoy apenas supera los 100 vecinos cuando hace medio siglo se acercaba a los 1.200. Menos brusca, aunque también considerable, ha sido la caída en El Gordo, que llegó a tener 2.000 habitantes en 1950. Hoy cuenta con 330 vecinos, si bien además de los mayores también queda gente joven.

Sacar la cabeza

«Los dos pueblos están hundidos», coinciden en afirmar sus alcaldes, Bautista Sánchez, de El Gordo, y Evelio García, de Berrocalejo, por lo que el proyecto que se conoció de forma oficial el martes les permitirá «sacar la cabeza y mirar el futuro con esperanza». Y ambos pueden decirlo con conocimiento de causa, porque llevan tres o cuatro años peleando para que la iniciativa que les planteó la empresa Marina de Islantilla -y que por entonces parecía un bonito sueño- vaya a convertirse en realidad tras salvar no pocos obstáculos. Han sido muchas jornadas de reuniones, de teléfono, de desplazamientos a Mérida y a Cáceres... Todo llevado con enorme discreción para que nada pudiera estropear tan ambicioso proyecto, del que HOY informó en el verano de 2004, cuando las gestiones con la Junta de Extremadura ya estaban en marcha.

Y es que la envergadura de lo que se quiere hacer supondrá toda una revolución no solo para los dos pueblos directamente afectados sino para toda la comarca del Campo Arañuelo, en un momento en que lo necesita más que nunca al tener amenazado su futuro ante la progresiva desaparición del cultivo del tabaco y el cierre, más o menos próximo, de la central nuclear de Almaraz.

A la espera de terminar el proyecto definitivo, que se espera tener en febrero, el complejo llevaría un hotel de cuatro estrellas con 150 habitaciones, un spa, 200 apartamentos, un centro de convenciones, un club náutico, una playa artificial, un campo de golf, un club hípico y cerca de 300 chalets de alto nivel en parcelas de 800 metros cuadrados. Un complejo parecido al que la empresa andaluza levantó en la zona de El Rompido, en Huelva.

Una isla única en España

Aquí se ubicará en una isla situada en el pantano de Valdecañas, a la que ahora se llega siguiendo una pista de tierra que se toma a unos 700 metros de abandonar El Gordo en dirección a Berrocalejo. Tras recorrer cerca de 500 metros aparece la 'isla', que no es tal cuando el nivel del pantano está bajo, sino más bien una península, al poder accederse por un camino que desaparece cuando suben las aguas. En el futuro el acceso se hará mediante un dique de piedras sobre el que se construirá una carretera.

¿Que llevó a los promotores a fijarse en ese enclave?. Los alcaldes lo tienen claro: no debe existir en España ninguna isla como esta en medio de un embalse. A ello se une la cercanía de la zona a Madrid, a hora y media por autovía; la belleza del entorno y la tranquilidad del lugar, que es lo que buscan quienes huyen de las grandes ciudades. En Marina Isla de Valdecañas estará garantizada, ya que se va a construir en una décima parte de sus 150 hectáreas para evitar la masificación y tener espacios abiertos.

Euforia en el entorno

El hecho de que Medio Ambiente haya dado el visto bueno a la memoria inicial del proyecto y que también tenga la aprobación provisional de la Agencia Extremeña de la Vivienda, ha causado una lógica alegría entre los vecinos de los dos pueblos, que con frecuencia preguntaban a sus autoridades que «¿qué pasa con lo de la isla?». «Todos pensaban que podía llegar pero nadie quería hacerse ilusiones por si algo se torcía», señala Bautista Sánchez, que al igual que su compañero de Berrocalejo -ambos del PP- quieren mostrar públicamente su agradecimiento tanto a la Junta como al presidente de la Diputación Provincial de Cáceres por el interés que se han tomado y las gestiones que han hecho para que salga adelante.

No en vano estamos hablando de 250 puestos de trabajo fijos más otros 100 o 150 en temporada, de marzo a septiembre, sin contar los indirectos que pueden generar las empresas auxiliares o los negocios que se creen alrededor del complejo. Eso permitirá que muchas familias que se vieron obligadas a emigrar puedan volver a sus pueblos, como de hecho asegura el alcalde de El Gordo que ya está empezando a ocurrir. «Hay tres familias que se van a venir, y además son jóvenes», añade. Tampoco hay que olvidar la mano de obra que se necesitará durante la construcción. Por poner un ejemplo en el complejo de El Rompido participaron entre 600 y 700 trabajadores en tres turnos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

vergonzoso. ¿porqué no habla de la oposición ecologista que están encontrando? ¿Porque no ponen declaraciones de los habitantes? Este texto huele a estafa