jueves, 4 de octubre de 2007

Las obras del AVE entre Navalmoral y Toledo empezarán en el 2009

El año que viene se redacta el proyecto de construcción según el presupuesto.


La nueva zona de protección de aves en Torrijos (Toledo) no tiene por qué retrasar la línea Madrid-Extremadura

MÁS CANTERAS
125 millones de toneladas: Las necesidades de áridos se van a multiplicar en los próximos cinco años en la región debido a las obras del AVE principalmente; el consumo anual va a pasar de 14 millones de toneladas a 39 y se consumirán 125 millones de toneladas lo que obliga a abrir nuevas canteras según la asociación regional de áridos.La línea de alta velocidad Madrid-Extremadura tendrá que cambiar ligeramente su trazado debido a la próxima declaración de zona de especial protección para las aves (ZEPA) en Torrijos, entre Toledo y Talavera de la Reina; el cambio no tiene por qué suponer un retraso en la construcción de la línea a juicio del senador socialista por Toledo, José Miguel Camacho, que anuncia para el 2009 el inicio de las obras entre esa capital y Navalmoral de la Mata.

El tendido del AVE por Toledo va retrasado respecto al de Extremadura puesto que todavía no aparece un euro para las obras en los Presupuestos Generales del Estado.

Las obras, que empezarán este año entre Mérida y Badajoz y el que viene entre Cáceres y Mérida, no van a poder hacerlo en la provincia castellano-manchega al menos hasta el 2009 aunque la idea es que «luego recuperen el retraso y terminen como en Extremadura a lo largo del año 2010 que es el compromiso del Gobierno», afirma a este diario el senador y secretario del PSOE en Talavera de la Reina.

La «excusa» ambiental

Ecologistas en Acción ha advertido que si hubiera retrasos en la construcción de la alta velocidad entre Madrid y Extremadura pasando por Talavera -está ya inaugurada hasta Toledo capital- no se deberá a problemas ambientales por la ZEPA de Torrijos, «sino a que el Ministerio de Fomento no pone sobre la mesa el dinero necesario», aclara a HOY Miguel Ángel Hernández, portavoz de esa organización en Castilla-La Mancha. «Hay AVE en muchos sitios y priorizan las inversiones».

«El medio ambiente», añade, «se suele utilizar por el Ministerio de Fomento y las consejerías de las comunidades autónomas para retrasar inversiones; pero si hay voluntad política de hacer algo no hay problema ambiental que se le resista».

Administrativamente los tramos de la línea se dividen en Madrid-Oropesa, Oropesa-Navalmoral, Navalmoral-Cáceres y Cáceres-Badajoz, este último es el más adelantado, y los dos primeros los más retrasados.

El trazado extremeño lleva ventaja porque era «el más complicado ambientalmente» según el senador José Miguel Camacho al tener que atravesar la sierra de Miravete, mientras que el recorrido por la provincia de Toledo es llano, sin dificultad y además «apenas hay 120 kilómetros entre Toledo y Navalmoral».

Pero por muy adelantada que esté la parte extremeña, de nada vale si no se resuelve la inicial en la provincia de Toledo, necesaria para conectar con Madrid. Y en eso apareció la ZEPA de Torrijos, que es la 'compensación' escogida por el Ministerio de Medio Ambiente a cambio del perjuicio que va a producir el nuevo aeropuerto de Ciudad Real a otra ZEPA anteriormente existente y que va a quedar muy afectada.

Problemas políticos

La declaración de la zona protegida de Torrijos ha provocado grandes protestas en una docena de municipios y un problema político para la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha al beneficiar a una provincia, Ciudad Real, en perjuicio de Toledo.

Ha tenido que ser el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, en sentencia del pasado 28 de junio, el que fuerce la máquina y haya solicitado al Gobierno española la declaración, entre otras, de la nueva ZEPA toledana.

Todo esto hace que la parte castellano-manchega lleve al menos un año de retraso respecto a la extremeña.

Mientras para esta última los Presupuestos Generales del Estado 2008 fijan todas las cantidades necesarias para construir el tramo Cáceres-Mérida-Badajoz (con partidas económicas hasta el 2012), en Toledo es probable que tengan que publicarse un nuevo estudio informativo y declaración de impacto ambiental, y únicamente está prevista de momento la redacción del proyecto de construcción con una partida de 1,176 millones de euros el año que viene y 312.000 para el 2009, que se suman a los casi 250.000 euros consignados el presente año.

¿Es posible luego en sólo dos años iniciar y concluir las obras en Castilla-La Mancha? «Sí, es sólo una cuestión presupuestaria puesto que el tramo es llano y corto».

Al igual que sus compañeros socialistas de Extremadura, Camacho se aferra a la fecha de 2010 y explica la aparición de partidas presupuestarias en las dos anualidades siguientes en que «es algo habitual diferir partidas, se hace por ejemplo cuando se construyen autovías por el sistema de pago alemán».

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