lunes, 21 de agosto de 2006

Una lejanía que se torna cercana

Apesar de su escaso caserío, esta zona guarda algunas típicas construcciones que se observan desde la ruta que acerca al viajero hasta Carrascalejo, casi ribereña con el río Gualija y a pocos kilómetros de la ciudad toledana de Talavera de la Reina.

Esta localidad está fundada por colmeneros talaveranos en un carrascal entre las sierras de Altamira y Valdelacasa, lindando sus tierras con las de la vecina provincia de Ciudad Real. Además de sus numerosos atractivos naturales, cuenta con muy buenos cotos de caza y de pesca en el embalse del Arroyo. Su Iglesia fue construida entre los siglos XVII y XVIII, destacando en ella una pila bautismal de finales del siglo XVII.

Es un pueblo que está mirando al turismo rural y por eso se han construido una serie de bungalows en un precioso paraje, enclavado en las Villuercas, con protagonismo de matorral, madroño, lentisco, alcornoque... Un ecosistema que hace de lugar ideal para que las abejas fabriquen con devoción la mejor y más dulces de las mieles. El caprino, el ovino y el ganado vacuno también abundan por la zona y también hay otros animales que se pueden cazar como son el jabalí, el venado o el corzo, así como la perdiz o el conejo, pero en menor cantidad.

LA HUELLA DE LA HISTORIA
Este es un pueblo muy humilde y con poco patrimonio histórico-artístico, aunque no por eso deja de tener una rica historia. Se sabe que existe el vestigio más antiguo por esta zona que es una estela romana de una lápida que perteneció a una niña de esta época y que es el resto más oriental de lo que antes dominaba Emérita-Augusta. También se conserva una serie de construcciones, especie de casas de campo, como casillas de pizarra, donde la gente vivía durante la época en la que se hacían las tradicionales matanzas.
El viajero también debe saber que allá por el año 1500, Carrascalejo formó parte del itinerario del Camino Real que tomaron los Reyes Católicos para ir hacia Guadalupe, y en cuyo trayecto descansaron en la vecina localidad de Villar del Pedroso. De ahí viene la costumbre de muchos de los vecinos de la localidad de hacer este camino a pie el día de la Virgen de Guadalupe hacia la localidad con el mismo nombre.

Impresiona al viajero que el dato más antiguo que se tiene de esta localidad es que era un municipio colmenero y ganadero y repoblado con gente de Talavera de la Reina, dada su proximidad. También se sabe que Pedro I el Cruel practicaba por esta zona la caza del oso. Que astuto este Pedro.

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